jueves, 23 de febrero de 2017

La doble vida del señor Rosenberg, reseña


La doble vida del señor Rosenberg” es un libro que narra la historia de un hombre de mediana edad, de ascendencia alemana, que vive en el Nueva York del 1929, y que es propietario de unos grandes almacenes con su mismo apellido como nombre. Este empresario se caracteriza por ser concienzudo, meticuloso y amante de la más absoluta perfección, razón por la cual exige a todos sus empleados que vayan perfectamente uniformados, siempre con una sonrisa y felices, a riesgo de ser despedidos si no le obedecen, porque en los grandes almacenes Rosenberg todo es felicidad y perfección.

Todo cambia cuando una tarde recibe en su tienda a una pequeña niña que intentaba robar un poco de pan, y en vez de llamar a la policía, es comprensivo y juega con ella una partida al ajedrez. A partir de ese día, todas las noches, haciéndose pasar por un mendigo que vende cuchillas de afeitar llamado Serge Born, se viste con unos harapos viejos y en compañía de la niña de identidad desconocida, viajan por los suburbios de la ciudad neoyorkina ayudando a los más desfavorecidos. Lo más extraño es que tras volver a su domicilio y quedarse dormido, a la mañana siguiente no recuerda absolutamente nada de lo que hizo la velada anterior. Poco a poco irán viviendo aventuras nocturnas por toda la ciudad americana que cambiarán al señor Rosenberg tanto por dentro como por fuera.

En general, el libro es un fantástico análisis detallado y profundo de la psicología de sus personajes, adentrándose en lo más profundo de su personalidad y forma de ser, especialmente con el protagonista. También es un fiel retrato histórico de la situación económica y social del momento, haciendo hincapié en las clases más oprimidas y en el famoso crack del 29 y sus funestas consecuencias, y con el cual se puede hacer una inmersión en la vida cotidiana de la época aprendiendo de forma amena.